Los pensamientos serán más lúcidos; pero para que todo esto ocurra debemos aprender hacer las respiraciones profundas tan necesarias para ir mejorando la práctica de nuestros ejercicios qué podemos acompañar dándonos un mensaje positivo mientras meditamos, realizar un paseo imaginario dónde seamos creativos de los ideales que nos gustaría vivir.
Con el tiempo solo necesitaremos concentrarnos en la respiración para alcanzar un alto grado de meditación profunda, pero no te desanimes si al principio, con las primeras prácticas te desconcentras y fluyen distintos pensamientos qué te sacan temporalmente de la meditación.
Simplemente deja de seguir ese pensamiento que se te cruzó por la mente y vuelve a concentrarte en la respiración, imagina como el aire ingresa por tu nariz y se desplaza a tus pulmones, mientras lo piensas te vas relajando plenamente.
Práctica todos los días hasta que solo necesites sentarte a recostarte en un lugar para que la meditación fluya por sí sola.
Charla sobre Meditación y ejercicio

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